La tecnología 5G representa disrupción, porque en cifras gruesas ofrecerá una velocidad 10 veces superior a la tecnología 4G, que a su vez ofrece ahora una velocidad 5 veces superior a la tecnología 3G, lo cual implica que a lo largo de los últimos 15 años experimentaremos un crecimiento de 50 veces en la velocidad ofrecida por el servicio de internet móvil.
Este orden de magnitud exponencial no sólo implica que la tecnología 5G será “más veloz” que las generaciones previas, sino que –mucho más que eso- crea el espacio para el despliegue de una cantidad masiva de servicios hoy inexistentes, o que en el mejor de los casos se encuentran por ahora en una etapa temprana de desarrollo a escala global (automóviles autónomos, cirugías remotas, realidad virtual para la educación).
Todo ello consolidará la presencia de la 4° Revolución Industrial entre nosotros o, dicho de otra forma, “5G será la quinta generación para las personas, pero la primera generación para las cosas”, tal como nos comenta Hugo Chang –Country Manager de NOKIA en Perú- en una reciente entrevista con DN Consultores, en alusión a la tecnología de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
Para que todo lo mencionado arriba sea posible, el despliegue de servicios 5G exigirá:
· La disponibilidad de bandas de espectro radioeléctrico previamente no usadas para servicios móviles
· Bloques de espectro con mayor cantidad de MHz respecto a las generaciones previas
· Un crecimiento en el número de antenas estimado en 10 veces (según la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones), y
· A consecuencia de todo lo anterior, un volumen de inversión sin precedentes por parte de los operadores móviles
Es a todo esto a lo que nos referimos con disrupción, escenario al que nos enfrentaremos recién dentro de los próximos 2 o 3 años, luego de la preparación regulatoria correspondiente por parte de la autoridad y de la identificación de modelos de negocio sostenibles por parte de los operadores.
Esto no guarda relación alguna, sin embargo, con el reciente anuncio del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) sobre la autorización para el despliegue «inicial» de la tecnología 5G en el país en la modalidad de internet fijo inalámbrico, es decir, el servicio de 5G hogar.
Como bien sabemos, la demanda de acceso a internet registra un crecimiento bastante fuerte, acelerado además por la pandemia, de manera que una mayor disponibilidad de planes tarifarios es siempre beneficiosa para el usuario, más aún si esto viene de la mano con una mayor intensidad competitiva.
Dicho esto, es necesario tomar con cautela el anuncio del MTC, por 3 razones:
- El uso del término 5G puede confundir a los usuarios, porque la velocidad 5G hogar (50 Mbps) no representa una disrupción respecto a los actuales planes tarifarios de internet hogar
- La relación precio-velocidad del 5G hogar es menor favorable respecto a las alternativas de internet hogar a través de medios alámbricos (HFC, fibra óptica)
- Esta nueva disponibilidad de servicios en el Perú Conectado no debe distraernos de la prioridad país para dotar de internet al Perú No Conectado
Sobre lo primero, según el Sistema de Consultas de Tarifas (SIRT) de OSIPTEL, las velocidades ofrecidas en internet hogar mediante medios alámbricos fluctúan actualmente entre 30 Mbps y 1 Gbps, mientras que las velocidades ofrecidas mediante medios inalámbricos en forma previa al lanzamiento del servicio de 5G hogar (hace 1 semana) fluctuaban entre 10 y 20 Mbps, es decir, bastante menos.
Además, según la plataforma PUNKU de OSIPTEL, la velocidad promedio en el mercado de internet hogar se ubicó en el año 2019 en 37 Mbps, casi el triple respecto a los 14 Mbps del año 2018, de modo que es previsible que el año 2020 dicho promedio se haya ubicado por encima de los 50 Mbps.
Por lo tanto, podemos afirmar que la velocidad de 50 Mbps ofrecida por el servicio de 5G hogar se ubica en el rango inferior de las velocidades disponibles para el servicio de internet hogar, de manera que no representa una disrupción en el mercado.
Sobre lo segundo, el precio del 5G hogar (100 soles) es 40% mayor respecto al precio del internet hogar alámbrico de la misma velocidad (70 soles), a lo cual debemos agregar el costo de instalación (1 500 soles en 5G hogar versus 120 soles en internet hogar alámbrico).
Sobre lo tercero, según nuestros estimados el Perú No Conectado está compuesto por 5 millones de peruanos residentes en localidades sin acceso a internet, de manera que si bien la preparación regulatoria que viene avanzando el MTC para el futuro despliegue del servicio 5G móvil es fundamental, es aún más prioritario seguir creando las condiciones para el cierre de la brecha de conectividad digital en forma sostenible, sobre todo si consideramos que por un criterio de eficiencia en el uso de recursos dicha preparación regulatoria deberá incluir la programación del apagón 2G.
En suma, comprendemos el interés de la gestión actual del MTC por heredar el mayor número de logros en beneficio de los usuarios en el Perú Conectado y el Perú No Conectado para el gobierno que tome la posta desde el próximo 28 de julio, pero al mismo tiempo consideramos necesario evitar introducir confusión respecto a las expectativas que podemos todos crearnos sobre los futuros servicios móviles 5G.