De manera similar al caso del servicio de internet, en nuestro reciente informe “Situación del uso y acceso a servicios móviles en Perú – tercer trimestre 2020”, elaborado con información oficial de INEI y OSIPTEL, identificamos 4 hallazgos fundamentales sobre el impacto de la pandemia en este servicio: salto grande en número de usuarios, brecha de uso cada vez menor (felizmente), fuerte crecimiento en tráfico (voz e internet) e intensidad competitiva sin precedentes.
Sobre lo primero, según INEI 92% de los peruanos de 6 años o más usan servicios móviles. Esta cifra equivale a 26 millones de usuarios móviles, es decir, 81% de la población total de 32 millones de habitantes en el país, lo cual representa un salto de 3 millones de nuevos usuarios móviles apenas durante el último año, bastante por encima del crecimiento promedio de 1 millón de nuevos usuarios registrado en los años previos.
Sobre lo segundo, mientras que en el caso del servicio de internet subsisten brechas de uso importantes que visibilizan la clamorosa necesidad de una política pública para favorecer la apropiación digital en el país, en servicios móviles dicho salto en el número de usuarios viene de la mano con una reducción significativa en la brecha de uso entre diferentes segmentos de la población, con 2 casos especialmente notables: ámbito rural y población infantil.
En el primer caso, el uso del servicio móvil crece notablemente, desde 72% (2019) hasta 90% (3T20), lo cual desvanece la brecha respecto a Lima Metropolitana (91%) o al resto urbano (95%). Resultado alentador, aunque cabe para el MTC como autoridad en el sector identificar aquellos conglomerados de localidades rurales donde el uso se mantiene aún bastante por debajo de dicho nivel.
En el segundo caso, el uso del servicio móvil por parte de la población infantil (entre 6 y 11 años de edad) casi se ha duplicado, desde 43% (2019) hasta 74% (3T20). Si asumimos que esto obedece a la educación remota forzada por la pandemia, surge para el MINEDU el nuevo rol de orientar a padres de familia y escolares sobre las medidas de seguridad necesarias asociadas al uso de servicios digitales.
Sobre lo tercero, una vez más encontramos el patrón de contraste entre drástica caída en precios y crecimiento exponencial en tráfico.
En telefonía móvil, el precio por minuto de voz cayó -83% (2012-3T20), mientras que el tráfico mensual promedio por línea creció +112% en el mismo período. Luego de una caída sostenida por más de 5 años, en los últimos tiempos el precio se ha estabilizado en un piso de S/ 0,03 por minuto, mientras que el tráfico siguió creciendo 18% apenas en el último año.
De manera mucho más dramática, en internet móvil el precio por GB de descarga cayó -96% (2014-3T20), mientras que en el mismo período el tráfico mensual promedio por conexión creció en 70 veces, desde 0,1 GB (2014) hasta 8 GB (3T20).
Por último, relacionado con lo anterior, una comparación con países vecinos muestra que Perú es ahora el 2° mercado móvil más competido en Sudamérica, sólo por debajo de Chile y por encima incluso de Brasil. Este resultado es especialmente revelador, si consideramos que Perú inició la década en el año 2011 como el 2° mercado menos competido.
Si un entorno competitivo saludable reduce por definición la necesidad de intervención regulatoria, ¿cómo entender el crecimiento exponencial en las multas impuestas por el regulador a los operadores (derivadas de un marco normativo concebido en su origen para suplir la AUSENCIA de competencia en el mercado)? ¿cómo entender la reciente aprobación en el Congreso de una iniciativa legislativa para elevar la velocidad mínima garantizada de internet de 40% a 70%, luego de que durante el año pasado el proceso competitivo del propio mercado elevara la velocidad y capacidad de descarga contratada de internet (fijo y móvil, respectivamente) como nunca antes? Sus reflexiones o comentarios son bienvenidos.
