Tener claro que el acceso a internet es un factor importante para el desarrollo y crecimiento sostenible, es fundamental para los hacedores de política de un país. Esto podría sonar para algunos muy obvio, pero lastimosamente para muchos funcionarios del gobierno no lo es.

“Inclusión digital para la inclusión social” fue la frase más escuchada en la cumbre del Connect Americas 2012 desarrollada hace unas semanas en la ciudad de Panamá. Esta expresión debe estar interiorizada en el Estado peruano para alcanzar el fin último del actual gobierno: la inclusión social.

Por un lado, rescatamos que el compromiso político de esta gestión está permitiendo dar los primeros pasos para desarrollar la banda ancha y los servicios de telecomunicaciones en general, en el Perú. Nos referimos concretamente a la reciente aprobación de la Ley N°29904, Ley de promoción de la banda ancha y construcción de la red dorsal nacional de fibra óptica, con la que se busca expandir la infraestructura de red hasta las 195 capitales de provincia del país al 2016.

Por otro lado, sabemos que las redes de transporte son una condición necesaria pero no suficiente para tal fin, razón por la que deben ser eficientemente complementadas con redes de acceso.

Ahora bien, los incentivos de los operadores para ejecutar tal despliegue en las áreas urbanas son naturalmente altos, pero esto cambia cuando se trata de áreas rurales, debido a alto CAPEX (inversiones) y por sobre todo el alto OPEX (costos operativos) que representan para ellos, toda vez que este entorno no es su hábitat natural.

En este sentido, el Estado peruano ha venido implementando mecanismos para incentivar la expansión de servicios en estas zonas, sobre todo los de operadores móviles, teniendo como evidencia que los servicios móviles vienen sustituyendo a los fijos en ellas en especial.

Entre los principales, podemos mencionar, i) proyectos del FITEL: “San Gabán – Puerto Maldonado”, “Servicio móvil selva”, “Servicio móvil centro sur”, Servicio móvil centro norte”, y ii) la reducción gradual de los cargos de terminación móvil, medida que tenía como objetivo evitar que los  operadores móviles se vean golpeados muy dramáticamente por la reducción, para que puedan tener recursos para la expansión del servicio móvil a usuarios no atendidos y además la expansión de los nuevos servicios de telefonía fija inalámbrica y banda ancha móvil.

No obstante, al 2012, podemos afirmar que estas medidas no fueron suficientes, puesto que aún persiste una enorme brecha de acceso: apenas el 37% de localidades rurales cuenta con algún tipo de cobertura de voz (TUP, móvil o fija), únicamente el 31 % tiene cobertura de voz móvil y apenas el 2% tiene cobertura de banda ancha.

En consecuencia, el Estado necesita impulsar el desarrollo de nuevos modelos de negocio de infraestructura de acceso, que complementen a la red dorsal nacional de fibra óptica y que a su vez le permitan alcanzar las metas de cobertura trazadas al 2016 (77% de localidades rurales con cobertura de voz y 61% con banda ancha).

Según lo dicho, se abre la oportunidad de implementar el modelo denominado “habilitador de red móvil” o “MVNE” por sus siglas en inglés (mobile virtual network enabler).

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El MVNE Int’l o MVNE internacional, tal cual es desarrollado en Europa y Estados Unidos, es un facilitador de la operación entre el MNO (mobile network operator) y el MVNO (mobile virtual network operator). El éxito de este modelo radica en el despliegue simétrico (urbano y rural) y maduro de la red de acceso a nivel nacional. Este caso no es el evidenciado por Perú o por los países de la Región. Por el contrario, Perú cuenta con una infraestructura inmadura con grandes brechas y desplegada de manera asimétrica.

En consecuencia, es necesario ajustar este modelo a la medida de las necesidades del mercado. Ello nos entrega un nuevo modelo que agrega la implementación de redes de acceso (estaciones base) al modelo MVNE internacional, modelo también denominado MVNEp o habilitador de red móvil, pero, ¿cómo funcionaría el MVNEp ?

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El nuevo modelo permitiría un escenario en el que todos los actores ganan. El MVNEp habilitaría nuevas localidades aisladas en base a una tecnología convergente (internet y voz) como la móvil, permitiendo que los MNO vinculados mediante un contrato de habilitación, brinden servicios móviles en localidades rurales haciendo uso de su propio espectro radioeléctrico, marca y terminales móviles. De esta manera, los operadores móviles (MNO) existentes en el mercado incrementarían su cobertura, suscriptores y tráfico de manera sostenible. Por su parte el Estado obtendría altos beneficios sociales al conectar nuevas localidades que de otra manera tendrían que esperar muchos años para alcanzar la inclusión digital (la banda ancha es un medio para avanzar en el desarrollo). Finalmente el MVNE obtendría retorno de la contraprestación por el servicio brindado al MNO.

Este modelo que permite la habilitación de servicios móviles, abre un ilimitado número de nuevas posibilidades para estas localidades como el acceso eficiente a programas del Estado como Juntos, Pensión 65, Bancarización y a aplicaciones para educación, salud y seguridad.