El 21 de enero pasado, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Perú (MTC) publicó un documento titulado “Topes a la asignación del espectro radioeléctrico para prestar servicios públicos móviles”, para recoger comentarios de la ciudadanía que nutran su próxima decisión sobre el tema.

Si bien se trata de un tema especializado en el ámbito de las telecomunicaciones, la decisión que tome el MTC tendrá un impacto tangible sobre los usuarios de dichos servicios. Por eso, y dado que el proceso se encuentra bastante encaminado, dedicamos las siguientes líneas a presentar algunos elementos de contexto que, a nuestro entender, deben ser considerados por MTC para llegar a su decisión final.

Espectro radioeléctrico: el concepto

El espectro radioeléctrico es el conjunto de ondas electromagnéticas propagadas en la atmósfera, para la transmisión de señales de voz y datos.

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Fuente: My Nasa Data

La atmósfera tiene un tamaño limitado, y por lo tanto el espectro radioeléctrico también, por lo cual es definido como un “recurso escaso”. A su vez, el espectro es un insumo necesario para la prestación de un servicio público, razón por la que el Estado asume el rol administrador de su uso eficiente. Esto implica, entre otras cosas, lo siguiente:

  • El uso de bandas de espectro debe tener un precio, como una forma de exigir el uso eficiente de este recurso escaso en beneficio de los usuarios;
  • A diferencia de otros recursos no escasos, el precio no puede ser el único criterio para su asignación entre los operadores interesados en su explotación, porque pueden inducir un nivel de concentración de mercado no deseado por el formulador de políticas en el sector. 

Asimismo, Ofcom, agencia de regulación en Gran Bretaña, sostiene que la definición de topes de espectro es una de las herramientas regulatorias clave identificadas para evitar las prácticas anti-competitivas, siempre y cuando dicha medida no inhiba el crecimiento del sector.[1]

Topes de espectro y concentración de mercado

En forma similar a cualquier otro negocio –en especial aquellos con una dotación importante de infraestructura-, el operador establecido cuenta con un “know-how” comercial distintivo y una serie de componentes de costos (inversiones y gastos operativos) que puede sinergetizar con sus operaciones actuales (economías de escala), situación inversa a la de un operador entrante (sin “know-how” comercial ni economías de escala), y que por lo tanto lo ponen en ventaja frente a éste.

Esta disparidad determina que, por definición, un operador establecido tenga siempre una disposición de pago por unas bandas de espectro superior a la de un operador entrante.

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Esto significa que, en ausencia de topes de espectro o en presencia de topes de espectro relativamente altos, los operadores establecidos tenderán a acumular con relativa facilidad las bandas de espectro que el Estado decida licitar.

En ese sentido, los principios básicos de la microeconomía sugieren que si bien en el corto plazo eso puede ser beneficio para los usuarios, a la larga es pernicioso, porque la natural concentración de mercado que esto motiva inducirá precios o calidad de servicio que les resultarán poco favorables

[1]

Este aspecto es especialmente sensible en Perú, considerando que ostenta una inquietante posición como el mercado de telecomunicaciones más concentrado en Sudamérica.

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La prueba de la realidadLa experiencia internacional en los mercados de telecomunicaciones en Sudamérica muestra que, efectivamente, aquellos con mayores topes de espectro tienden a ser los más concentrados.

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Tal como mencionamos en párrafos previos, nuestra interpretación de este hecho es que ante la posibilidad de concursar por nuevas bandas de espectro radioeléctrico, los operadores establecidos tienen una mayor disposición de pago, hasta acercarse o alcanzar los topes de espectro máximos dispuestos por la autoridad, logrando por tanto consolidar su posición (“concentración”) en el mercado.

Y no es casual que, precisamente en los mercados más concentrados, los usuarios de telefonía móvil deban asumir mayores precios en el servicio.

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Algunas sugerencias

Uno de los párrafos que encontramos en el documento de MTC nos resultó especialmente inquietante, al sugerir que “la industria móvil en Perú ha señalado que … los topes vigentes … estarían restringiendo la posibilidad de desarrollar negocios destinados a la prestación de dichos servicios (de banda ancha móvil)[1]

Podemos estar 100% de acuerdo con esta afirmación, siempre que añadamos “… para los operadores establecidos”.

Es decir, podríamos entender el argumento de que los topes de espectro radioeléctrico limitan a Movistar, Claro y Nextel, en tanto cada uno de estos operadores se ubica en o cerca del tope actual de 60 MHz, pero no limita a cualquier otro operador que pudiera entrar al mercado.

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Con esto no queremos decir que los topes de espectro no deban ser elevados. Lo que sí queremos decir es que no encontramos razón para asumir que los operadores establecidos sean los únicos que pueden invertir en el desarrollo de la banda ancha móvil en el país.Existen 2 razones claves para ello:

  • Clima de negocios. Gracias a su crecimiento económico sostenido ya por 20 años, Perú es actualmente reconocido como un país atractivo para el desarrollo de nuevos negocios en Sudamérica (junto con Chile y Colombia), y quienes observamos el mercado día a día podemos dar fe del interés de operadores internacionales de envergadura por explorar el mercado peruano de telecomunicaciones; y,
  • La banda ancha móvil (4G) es disruptiva.  El crecimiento de velocidad en 6 a 8 veces entre las tecnologías 3G y 4G implica un cambio cualitativo respecto a nuevos modelos de negocio que pueden emerger en el mercado. En particular, la mayor velocidad elevará la importancia de los contenidos y aplicaciones, para lo cual una fina segmentación de mercado puede ser un activo más importante que una infraestructura de red de gran envergadura.

Por lo tanto, consideramos que MTC podría aplicar una receta que combine los siguientes componentes:

  • Creación de topes de espectro por rangos de bandas: bandas bajas (700, 850 y 900 MHz) y en bandas altas (1,7/2,1 GHz, 1 900 y 2 500 MHz)
  • Reservación de bandas de espectro para operadores entrantes, en los próximos concursos
  • Definición de obligaciones diferenciadas entre operadores entrantes y establecidos que postulen en los próximos concursos (por ejemplo, en expansión de cobertura)

El orden de magnitud en cada caso ameritaría un estudio detallado de las condiciones técnicas, económicas y jurídicas involucradas (incluyendo mejores prácticas internacionales), pero sí creemos ineludible considerar un menú de herramientas regulatorias como la que sugerimos, no sólo para controlar el riesgo de una mayor concentración de mercado sino –más aún- para promover un mayor nivel de competencia en el mercado de telecomunicaciones móviles en Perú.

Dicho de otro modo, sí reconocemos que existe una natural disposición de pago de un precio mayor por bandas de espectro en operadores establecidos que en entrantes, y que la evidencia internacional muestra que ello induce una concentración de mercado que frena la caída de precios en perjuicio de los usuarios.

En suma, sería valioso que el MTC no desaproveche el uso de la herramienta de topes de espectro para mejorar las condiciones competitivas del sector en Perú, el mercado de telecomunicaciones más concentrado en Sudamérica. Los usuarios se lo agradeceremos.

[1]Resolución Ministerial N° 015-2012-MTC/03; pág. 5.