Para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la inversión promedio anual en infraestructura digital 2018-2030 en Perú deberá duplicar los niveles observados en el período 2013-2017.
Ésta es la principal conclusión de un reciente informe publicado por el BID para América Latina, que sobre esta idea recomienda la implementación de procesos de simplificación normativa, el desarrollo de contenidos locales o la adopción de programas de alfabetización digital, a lo cual en Perú podríamos añadir una transformación radical en el modelo de la Red Dorsal para que pueda cumplir con su objetivo original de reducir la brecha de conectividad en el país.
De los ODM a los ODS
Ambos promovidos desde la ONU, los 17 ODS (2015-2030) suceden a los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM 2000-2015) como guía para los países en el mundo en la orientación de sus estrategias nacionales.
Los ODM enfatizaron la dimensión Personas (educación, salud, género), mientras que los ODS asignan similar importancia a las dimensiones Planeta (saneamiento, producción y consumo responsable, vida submarina) y Prosperidad (empleo, infraestructura e innovación, ciudades sostenibles).
El cumplimiento de los 17 ODS es medido a través de 169 metas (18 en ODM), desglosados a su vez en 241 indicadores (48 en ODM), de los cuales 110 son monitoreados en Perú por el INEI.
Para el año 2012, el nivel de cumplimiento de los ODM en Perú fue intermedio, con mayor éxito en la reducción de la pobreza y mortalidad infantil y una agenda sensible en aspectos como enseñanza primaria infantil, mortalidad materna y medio ambiente.
Infraestructura digital: brecha de inversión
A partir de un análisis de datos en 12 países de América Latina para el período 2008-2017, el BID concluye que un crecimiento en la inversión en infraestructura digital tiene un impacto mayor en la generación de empleo decente (ODS 8) o en la reducción de la pobreza (ODS 1) y menor en la reducción de la desigualdad económica (ODS 10), esto último debido a que la mejora de ingresos en zonas rurales exige factores complementarios a la infraestructura digital.
En el caso de Perú, esto implica una inversión adicional 2018-2030 por USD 16 mil millones (ver infografía).
El promedio anual de USD 1 200 millones que esto significa es equivalente a la inversión promedio anual 2013-2017, y por tanto podemos inferir que el cumplimiento de los ODS en el año 2030 exige duplicar la inversión anual en infraestructura digital respecto a años previos.
Recomendaciones BID
Con estos resultados, el BID ofrece recomendaciones de política pública respecto a fuentes de financiamiento, simplificación normativa y masificación de servicios digitales.
En el primer caso, el informe sostiene que el creciente endeudamiento de los Estados y operadores en la región dificulta su capacidad para financiar inversiones adicionales, y por tanto ofrece –comprensiblemente- la posibilidad de acudir a financiamiento provisto por bancos multilaterales de desarrollo (como el propio BID).
En Perú, la Red Dorsal y las redes regionales cuentan con financiamiento multilateral, pero es además necesario considerar el futuro financiamiento de capas superiores de servicios digitales (por ejemplo, un programa nacional de ciudades inteligentes).
En el segundo caso, el BID propone que el mayor nivel de competencia observado en el mercado permite la implementación de procesos de simplificación normativa (más aún ante el escenario 5G que se avecina), lo cual valida el proceso que en dicho sentido OSIPTEL ha anunciado desde este año.
Por último, el BID sugiere medidas conjuntas de oferta y demanda para estimular la adopción de servicios digitales, entre ellas el desarrollo de contenidos locales, programas de alfabetización digital y el despliegue de servicio IoT.
Perú registra un bajo nivel de desarrollo en estos 3 ámbitos, lo cual representa una gran oportunidad para la creación de un ente rector digital que asuma el reto mediante la articulación con otros sectores en el gobierno nacional y con los gobiernos subnacionales.
Como para tomar nota.