El pasado 11-mayo, la Comisión Europea (CE) bloqueó la adquisición de O2 (Telefónica) por Hutchison en el Reino Unido (UK), acorde al Reglamento de Concentraciones de la Unión Europea (UE).

Si bien es la primera vez que la CE ha bloqueado formalmente una transacción en telefonía móvil, en los últimos meses se ha mostrado en contra de operaciones similares en DinamarcaFrancia e Italia (las negociaciones en Dinamarca y Francia colapsaron sin necesidad de un fallo de la CE).

Según la CE, ésta solo ha prohibido 24 concentraciones desde 1990 y 6 desde 2004, lo que es mucho menos del 1 % de las 5 000 operaciones de concentración notificadas, por lo que las recientes posturas de la CE muestran un claro interés hacia un control más eficaz de concentraciones de empresas en la UE.

Sorprende más aún, cuando ha habido una ola de fusiones en años recientes que parecía evidenciar una tendencia hacia la consolidación: Everything Everywwhere  (T-Mobile / Orange JV) en UK 2010Hutchison / Orange en Austria 2012 y Telefonica Deutschland / E-Plus Group en Alemania 2014. En todos los casos el número de operadores en el mercado pasó de 4 a 3, si bien solo después de que la CE extrajera significativas concesiones a los operadores fusionados.

El presente artículo no pretende analizar individualmente los casos citados, sino más bien analizarlos como conjunto, a fin de perfilar las tendencias a nivel europeo.

Es preciso recalcar que las concentraciones en la Unión Europea (UE) son analizadas para cada país, por lo que la CE debe tener sumo cuidado en conducir la fragmentación de operadores, toda vez que la política comunitaria busca un único mercado digital (en este sentido va la desaparición programada del roaming).

Cabe preguntarse entonces cuál es el interés de los operadores por consolidarse, y los riesgos que el regulador europeo percibe ante dichas fusiones; así como analizar las lecciones aprendidas de las recientes experiencias internacionales que finalmente marcarán la pauta de la agenda de investigación para dilucidar los pros y contras de tales fusiones.

La consolidación desde la perspectiva de los operadores móviles

El reporte 2015 de GSMA sobre el mercado móvil en Europa muestra que los ingresos del sector de telefonía móvil han declinado en los últimos años (-8% en 2013 y -7% en 2014), y proyecta apenas un incremento de 1% anual en el período 2017-2020.

La combinación de ingresos decrecientes, presión competitiva y restricciones regulatorias ha conducido a la reducción de márgenes (han caído en 9 puntos porcentuales entre 2009-2014), con un perjuicio en el nivel de inversiones.

En efecto, acorde a lo reportado por GSMA Intelligence en 2015, solo 13% de conexiones en Europa son 4G, sobrepasado de lejos por Corea del Sur (84%), EE.UU. (51%) y Japón (47%), países que están experimentando una espiral de ingresos y márgenes crecientes, altas inversiones y una dinámica competitiva enfocada en diferenciación de calidad y cobertura antes que en precios.

Los ingresos decrecientes en las telco europeas, a pesar de un incremento en el tráfico de datos, revela un problema estructural.

Según la CE, 80 a 90 operadores existen en EE.UU., entre los cuales 4 operan a nivel nacional, 1 a nivel multi-regional, y docenas a nivel regional y local; mientras que en Europa operan ~ 35 grupos (repartidos en ~ 200 operadores), de los cuales los 2 más grandes operan en 11 y 12 países, respectivamente, en tanto que los 4 más grandes cubren el 60% de suscriptores.

De esta manera, entre las razones de los operadores europeos para consolidarse tenemos:

  • ingresos decrecientes debido a competencia creciente de los proveedores de servicios OTT (v.g. Google, Facebook) aunado a la necesidad imperiosa de inversión para cubrir la creciente demanda explosiva de datos,
  • bajas tasas de interés que han hecho posible financiar las adquisiciones, y
  • las expectativas de la sinergia entre los operadores.

La consolidación desde la perspectiva del regulador

La CE, por su parte, se interesa por el bienestar del usuario antes que por el del accionista, y si bien considera las ventajas de una posible consolidación de los operadores, debe también tener en cuenta los posibles riesgos para el mercado (usuario).

A la CE le preocupa que, luego de una fusión (adquisición):

  • los usuarios tengan menos posibilidades de elección,
  • paguen precios más altos
  • que la operación perjudique a la innovación
  • un impacto negativo en la calidad del servicio al obstaculizar el desarrollo de infraestructura de redes móviles, y
  • exista menor número de operadores móviles con red dispuestos a albergar a otros operadores móviles (i.e. operadores móviles virtuales – OMV).

Para resolver las reservas en materia de competencia de la CE, los operadores interesados deben ofrecer contrapartidas (remedios), preferiblemente estructurales antes que de comportamiento, siendo que estos últimos son más difíciles de monitorear y supervisar.

Entre los remedios considerados tenemos:

  • creación de un (cuarto) nuevo operador móvil (generalmente la fusión reduce el mercado de 4 a 3 operadores)
  • establecimiento de nuevos OMVs
  • compartición de capacidad de red con otros operadores
  • desinversión de activos de espectro, entre otros.

Como indicamos al inicio, las 3 adquisiciones en la UE entre 2010-2014, se dieron a cambio de significativas contrapartidas de los operadores, en tanto que las reservas no fueron resueltas en los otros casos más recientes.

Resulta interesante que la CE considere que la fusión pueda obstaculizar el desarrollo de redes móviles.

Al respecto, debemos tener presente que en Europa existe la figura de joint venture para la compartición de redes móviles. En el caso de UK, EE y Three tienen un contrato para invertir conjuntamente en una red compartida (MBNL), en tanto que Vodafone y O2 tienen el suyo propio (Beacon), por lo que la entidad fusionada (Three-O2) habría formado parte de dos acuerdos de uso compartido de red, con lo cual habría tenido una visión general de los planes de red de los otros dos competidores, generando un efecto claramente anticompetitivo.

Lecciones aprendidas de las experiencias internacionales

En cualquier caso de fusiones y adquisiciones, tanto los operadores como los reguladores deben especular sobre el futuro, y sus hipótesis no pueden ser testeadas o validadas antes de que ocurra la operación.

En este sentido, a la luz de las adquisiciones acontecidas en el período 2010-2014, podemos considerar algunas lecciones, tanto desde el punto de vista de los operadores (creación de valor) como de los reguladores (eficiencia del mercado).

Desde el punto de vista de la creación de valor para los operadoressegún un estudio de Arthur D Little, existen 7 lecciones:

  • gerenciar los procesos y remedios de forma profesional en conjunto con las autoridades nacionales regulatorias (ANR) y la CE es una buena práctica;
  • seguir una estrategia clara de largo plazo (2-3 años): los consumidores necesitan saber cuál será la propuesta de valor diferencial;
  • comunicación clara y transparente a los usuarios y accionistas, incluso de las acciones correctivas pues la gente reconoce que dichas operaciones son complejas;
  • cambios en la marca deben ser hechos rápidamente, antes que confundir a los usuarios con incertidumbres de marca;
  • reducciones laborales van típicamente en el rango del 15-20% de la planilla, frecuentemente empezando con las funciones administrativas, seguidos de agentes de contact center y finalmente de personal a cargo de la red;
  • los puntos de venta son reducidos entre 25-30%; y,
  • la integración recorta los site numbers entre 25-35%

Desde el punto de vista de la eficiencia del mercadosegún un estudio de Frontier Economics (por encargo de GSMA), la evidencia de las experiencias recientes muestra que:

  • la inversión en nuevas tecnologías es el determinante más importante de cara al servicio al usuario: los ciclos tecnológicos en telefonía móvil duran ~7-8 años (comparado con ~15-50 años en cualquier otra industria), por lo que las inversiones en tecnología producen eficiencia dinámica, y las fusiones pueden aumentar los incentivos para invertir;
  • la reducción de 4 a 3 operadores no conducirá a mayores precios;
  • el rol de nuevos entrantes puede ser menos significativo en el futuro en cuanto a conducir el comportamiento del mercado, cuando se analizan las fusiones;
  • no debe esperarse que la compartición de infraestructura móvil provea los mismos beneficios que una fusión (es una inferior alternativa);
  • los remedios pueden socavar el potencial beneficio de una fusión

Por supuesto, lo anterior desde la perspectiva de la GSMA (operadores móviles). Según Margrethe Vestager, comisionada de la CE para la competencia, las lecciones aprendidas son:

  • no existe un número mágico de operadores (4 o 3), y el análisis debe hacerse caso por caso;
  • no existe evidencia clara de trade-off entre competencia e inversiones; y,
  • es necesario que los remedios sean de carácter estructural antes que de comportamiento

Por tanto, observamos que no hay una visión unánime para responder a la pregunta planteada al inicio. Si bien la perspectiva de los operadores es consolidar el mercado (de 4 a 3 operadores), la CE es recelosa de dicha perspectiva, y prefiere analizar cada situación de forma particular.

Desde un plano académico, diversas investigaciones aplicadas analizan si un mercado móvil más consolidado conducirá a mayores inversiones en redes y consecuentemente a una mayor eficiencia (calidad, tarifas competitivas e innovación), y los resultados  son aún materia de controversia.

Conclusiones

La experiencia de consolidación de operadores móviles no es exclusiva de la UE. Por ejemplo, en EE.UU. se bloqueó la fusión de AT&T con T-Mobile en el 2011, y la evidencia parece mostrar un mercado eficiente con “la guerra” entre los 4 operadores nacionales.

Es interesante observar las lecciones del mercado global a fin de analizar la experiencia en los países de América Latina. El caso emblemático de la región es Brasil, donde también se baraja el dilema de 4 o 3.

En conclusión, podemos afirmar que no existe una fórmula mágica para el número de operadores óptimo que garantice la eficiencia del mercado, por lo que debemos aprender de cada experiencia individual, a fin de detectar posibles oportunidades y riesgos que permitan disminuir los márgenes de error entre las hipótesis pre-fusión y la validación de las hipótesis en una etapa post-fusión.