Las redes regionales de fibra óptica eran, como reza el estribillo popular, “para ayer”. Tanto los analistas del mercado telco, como los economistas no ligados al sector coincidieron el año pasado en reafirmar que llevar Internet al interior del país era urgente. Llegamos al 2019 y no se inauguró ninguna obra como estaba previsto, por lo que hoy afirman que hemos entrado “en los descuentos” y ya no se tolerará más atrasos.
El sentido de urgencia lo impone la necesidad de evitar elevar el subdesarrollo digital que nos impide ser competitivos como país, asegura Rafael Muente, presidente del Osiptel. Pero es riesgoso tener tres años sin ver resultados no solo por el desfase tecnológico y el gasto extra que esto implica, sino porque se pierde su carácter técnico para convertirlo en un reclamo político que enturbia el diálogo, añade Carlos Huamán, director de DN Consultores.
¿Qué se avanzó el año pasado y qué hay planeado para este 2019? Desde el MTC confirmaron que, a pesar de la determinación de no dilatar las entregas, no se culminó ningún proyecto y se ha acordado la fecha de entrega para este año. Además, se sumaron en diciembre nueve adendas a las 83 existentes, incluyendo una adenda que exime de hacer adendas por temas técnicos puntuales en las redes firmadas el 2018.
Telefónica confirmó que están listos para arrancar a brindar servicios al usuario final de Lambayeque en marzo y que las capacitaciones arrancan a mitad de año. No han identificado nuevas dificultades que les impidan cumplir, dijeron, pero no pueden descartar que se vuelvan a repetir actos de vandalismo y robos de fibra que afecten la operación, tal como ha sucedido en otros casos en zonas similares.
Aun no tienen un balance de cuánto más les han costado todos los retrasos de casi tres años en la ejecución del proyecto, añadieron, pero sin duda el bajo nivel de formalización de la propiedad en zonas rurales, la presencia de zonas intangibles o casos de propiedad en manos de comunidades han impedido cumplir los plazos y generando sobrecostos.
¿SUMANDO DESAFÍOS?
De cumplirse las entregas, los operadores enfrentarán nuevos retos que no estaban contemplados al diseñar el proyecto y que ya viene experimentando Azteca, operador de la Red Dorsal que conecta a las redes regionales.
Muente advirtió que los operadores privados siguen ampliando sus redes y que eventualmente están sobreponiéndose a las redes regionales, tal como ocurrió con la Red Dorsal. Eso significa que el operador de la red regional, que asume los US$23 del traslado en la Red Dorsal más otros US$23 propios, se enfrentará como competidor de un operador privado con un costo que es de hasta la tercera parte (US$15).
Alejandro Jiménez, ex gerente de Osiptel, advirtió que estamos sumando problemas, sin haber solucionado o decidido qué se hará con la Red Dorsal. “Un cambio de modelo es fundamental para la sostenibilidad de todo el proyecto. No podemos seguir dándonos el lujo de continuar con un elefante blanco, que no genera beneficios a la población. El problema debe estar resuelto este primer trimestre”, recalcó.
El inicio de operaciones de las regionales, lamentablemente, en vez de activar al elefante puede significar añadirle más patas inactivas. Es por eso que juntarlos y decidir una solución para ambos como una unidad -regionales y dorsales- es indispensable e impostergable, reafirmó Huamán.
Artículo original publicado por El Comercio