La falta de claridad en la regulación de los operadores móviles virtuales (OMV) evita que este mercado pueda desarrollarse.
Dos son los factores cuestionados: los cargos de interconexión cobrados por los operadores al conectar llamadas (una suerte de ‘peaje’) y la estrategia para dinamizar dicho mercado.
Desde el 2015, los cargos de interconexión son distintos entre operadores grandes (como Telefónica y Claro) y pequeños (Entel y Bitel). Los OMV, que usan la red de estos operadores, por norma deben cobrar el mismo cargo de interconexión que éstos. Se trata de un estándar internacional, señaló Sergio Sifuentes, gerente de políticas regulatorias y competencia del Osiptel.
Sin embargo, Virgin Mobile —primer y único OMV del país— experimenta un problema particular. La empresa, aún pequeña, cobra un cargo de interconexión más bajo que otras operadoras pequeñas, pues usa la red de Telefónica, que al ser la más grande cobra el cargo más barato. Así, Virgin recibe menos ingresos por interconexión de llamadas que otros operadores (Entel y Bitel).
Virgin Mobile ha solicitado al Osiptel que revise su caso. Sin embargo, el esquema actual no cambiará hasta el 2018. “Hacer un juste este año dejaría un mal precedente”, señaló Liliana Ruiz, presidenta de Alterna Perú y ex gerente general del Osiptel.
El caso de Virgin plantea el reto de considerar una estrategia más dinámica para atraer a más OMV, estima Carlos Huamán, CEO de DN Consultores. Ello a raíz de que la infraestructura actual es una en la que pocos jugadores tienen una red robusta. Así, hay pocos incentivos para sentar precios de alquiler competitivos, que atraigan a más OMV en el corto plazo. (KM)
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Artículo original publicado en Semana Económica, p.26
