Un sano desarrollo del mercado de telecomunicaciones móviles implica que nuevos operadores puedan ingresar y competir en condiciones equitativas, y que los usuarios elijan entre diversas opciones.
En el Perú, la entrada de Entel y Bitel y la reciente regulación procompetencia adoptada por Osiptel explican los dos millones de líneas móviles que migraron bajo la portabilidad numérica en lo que va del 2016. Esa cifra ya duplica lo registrado en todo el 2015 y ha generado una disminución en las tarifas de voz móvil. Sin embargo, esto es sólo una referencia del crecimiento de una intensidad competitiva que se profundizará en los próximos años.
Hoy existen cinco operadores: cuatro con redes físicas y un operador móvil virtual. En los próximos años se espera que se incrementen por lo menos a siete. Ello acercará al Perú a estándares competitivos internacionales, pero también demandará continuar la agenda procompetencia del regulador.
En ese sentido, resulta positivo que Osiptel complemente su iniciativa llamada ‘Comparatel’, que brinda información sobre los planes tarifarios de los operadores. Indicadores de cobertura, señal y servicio al cliente son indispensables para estimular una competencia basada en calidad y no sólo en una guerra de precios.
Por otro lado, el próximo año Osiptel enfrenta el reto de definir nuevos cargos de interconexión móvil. Menores cargos inducirán a menores precios en la telefonía móvil, por lo que además es recomendable eliminar previamente la discriminación entre tarifas de voz on-net —llamadas entre clientes de un mismo operador— y off-net. Ello ya que éstas sólo generan sobreprecios en tarifas off-net para los usuarios.
Así, el servicio móvil podrá ofrecer cada vez más una relación precio-calidad fijada por el mercado, más que por una política destinada a regular la calidad o los precios de los servicios. Una experiencia que también podrá ser utilizada en la banda ancha fija, donde la limitada competencia actual deriva en altos precios y estándares deficientes tanto de calidad como de servicio al cliente.