La Red Dorsal de Fibra Óptica es uno de los proyectos emblemáticos de la política de telecomunicaciones del Estado, cuya gestión debe ser concesionada a un operador privado que actuará como un “proveedor de proveedores”, para facilitar a otras empresas el llegar a zonas del país donde hoy no existe el acceso a Internet con banda ancha.
1. Sostenibilidad Operativa
“Nos referimos a la calidad de la red. Tiene que ser una red robusta que no tenga grandes dificultades que permita a los usuarios aprovechar la banda ancha”, explicó Huamán. Hoy, el Perú sufre de una brecha digital muy grande.“La penetración de banda ancha en el país está en 5%, cuando en países comparables de la región está en 10%. A pesar de que somos una economía de tamaño mediano en la región, en banda ancha estamos sumamente atrasados. Eso ocurre tanto en la banda ancha fija como en la móvil”, detalló el especialista.
2. Sostenibilidad Financiera
Hoy, el problema estructural de la brecha digital es que hay deficiencias en la demanda y la oferta de banda ancha, por lo que no hay oportunidad de negocio, fuera del operador dominante actual, de invertir en redes en todo el país.
“Por el lado de la oferta, la geografía compleja. Cuesta mucho tender redes de banda ancha por el país debido a las complejidades geográficas de la Cordillera de los Andes o el río Amazonas. Por el lado de la demanda, es que la población está muy concentrada fundamentalmente en Lima”, explió Huamán. De ahí que la acción del Estado para tender fibra óptica debe darle oportunidad de negocio al gestor privado.
Por ejemplo, el operador neutro debería poder brindar servicios al Estado. Otra opción sería el segmento empresarial. “Si al operador dorsal se le permite vender a empresas o algún segmento de ellas que no es el masivo, eso podría ayudar”, apuntó Humán.
3. Sostenibilidad Comercial
El tercer punto es que el gestor privado tenga un comportamiento neutro. “Que brinde servicios a todos los operadores para que aquellos que solo venden en Lima como Nextel o Americatel puedan tener clientes en otras partes del país”, detalló el ejecutivo.
“Lo más importante es que haya cobertura para quienes hoy no la tienen. Lo segundo es que eso induzca a más presencia de operadores finales de banda ancha en el país y que los precios en el Perú mejoren. Hoy tenemos la penosa situación de ser el tercer país en Sudamérica más caro en banda ancha”, finalizó.