El fortalecimiento de la intensidad competitiva (específicamente en servicios móviles) y el crecimiento exponencial en el consumo de datos son cambios importantes en el mercado que OSIPTEL busca incorporar en el enfoque de su gestión regulatoria, según Rafael Muente, Presidente de la institución.
Una “sintonía más fina” en la regulación de la competencia o un mayor énfasis en el empoderamiento del usuario son parte de la respuesta a este nuevo entorno, junto con una orientación a un enfoque regulatorio que promueva mucho más un ambiente de competencia por calidad que por precios.
Con un impacto de más largo aliento, una “regulación inteligente” que contemple el uso de tecnologías de big data o inteligencia artificial en la supervisión de la calidad de los operadores, la provisión de herramientas de información de tarifas y de calidad a los usuarios y la desregulación progresiva de servicios forman también parte de los resultados a los que apunta Muente durante su gestión en los próximos años.
Habiendo transcurrido casi 2 años desde el inicio de la gestión, ¿cómo evalúa la situación actual del mercado?
Vemos un mercado que ha venido creciendo, no solamente en número de usuarios (que ya pasan los 40 millones de líneas móviles activas), sino además en la actividad competitiva, que ha evolucionado desde una guerra de precios a una oferta de más datos por menos dinero, lo cual ha generado una reducción sustancial del costo por megabyte.
Los usuarios ahora consumen muchos más datos que voz
Muchísimo más. La competencia actual se manifiesta a través los datos, e incluso también en los equipos, que ya no son financiados por los operadores, de modo que pueden ahora adquirirlos también en forma separada en tiendas por departamentos u otros canales comerciales, en condiciones a veces más ventajosas que lo ofrecido por los operadores.
La gestión anterior de OSIPTEL implementó cambios importantes en la regulación pro-competencia, como por ejemplo el facilitamiento de la portabilidad, el procedimiento de separación entre la compra de equipos y del servicio, la entrada de operadores móviles virtuales (OMV) o la reducción de cargos de terminación móvil, entre otros. ¿Qué novedades tiene su gestión a nivel de herramientas pro-competencia?
Hemos trabajado una sintonía más fina de ciertas normas, como portabilidad por ejemplo, para que el proceso sea más fluido y simplificado, de modo que los usuarios puedan realizarla incluso durante los fines de semana, lo cual ha motivado un mayor volumen de líneas portadas. En enero ya pasamos 800 mil, un récord histórico.
La portabilidad es importante porque convierte al usuario en protagonista de su propio bienestar, porque toma conciencia de que puede premiar o castigar a un operador según cumpla o no sus expectativas, todo lo cual conforma un tema que para nosotros es central, y que denominamos “empoderamiento del usuario”, es decir, el usuario como motor fundamental para estimular un mayor nivel de competencia en el mercado.
Buscamos entonces seguir promoviendo la competencia desde un punto de vista regulatorio, lo cual incluye algún nivel de desregulación de servicios, y por otro lado el empoderamiento del usuario, que viene a su vez acompañado de un cambio fundamental sobre cómo hacemos la supervisión, porque estamos tratando de que hagamos el salto desde una competencia por precios a una competencia por calidad (calidad de servicio y calidad de atención).
¿De qué manera concreta puede un usuario contar con OSIPTEL como un aliado para informarse y tomar una decisión empoderada?
Voy a ser sincero. No estamos 100% contentos con herramientas como COMPARATEL, disponible en nuestra web para comparar distintos planes tarifarios y sus respectivos atributos.
Nosotros deseamos que COMPARATEL tenga una lectura un y entendimiento muy fácil para los usuarios, sobre todo para servicios móviles, donde los planes tarifarios tienen una serie de atributos que les resulta de interés.
Apuntamos a contar con un aplicativo en el móvil de cada usuario, para que en forma sencilla y simple pueda tener la información necesaria para su toma de decisiones, e incluso para generar información que sirva a OSIPTEL para una mejor fiscalización o supervisión de la calidad de servicio de los operadores.
¿OSIPTEL tiene planeado alguna herramienta de información para que el usuario pueda enterarse no solamente de las tarifas sino de la calidad?
Hace unos meses iniciamos un proceso de medición de la calidad de servicio de los operadores en cada distrito de Lima Metropolitana, con un ranking distrital para los servicios de voz y datos, en este último caso según la velocidad de subida o bajada, de manera que el usuario pueda conocer cuál es el operador con mejor servicio en su distrito.
Pronto publicaremos la información para Arequipa y Trujillo, y más adelante en el resto del país.
Además, OSIPTEL tiene la responsabilidad de monitorear y supervisar la calidad de servicio de los operadores en todo el país con recursos muy escasos. Como es imposible realizar esto presencialmente, hemos pre publicado una medida regulatoria desde el Consejo Directivo de OSIPTEL, por la cual podamos realizar la supervisión mediante una conexión en línea con los centros de control de los operadores, en otras palabras, ser capaces de estar viendo lo que ellos están viendo respecto al comportamiento de su red.
Lo que buscamos es replicar la conexión que tenemos hoy con Azteca con los otros operadores, de manera que nuestra labor de supervisión sea absolutamente digital.
Con la llegada de nuevas tecnologías como la 5G, es necesario contar con un mayor despliegue de antenas. ¿Encuentra condiciones adecuadas para esto? ¿Existe una cultura ciudadana que comprenda que consumir más datos exige contar con más antenas?
Si bien la entidad competente para el despliegue de infraestructura es el MTC y por tanto nuestro rol no es el central a nivel de política pública para esos efectos, la escasez o falta de antenas impacta directamente en el servicio, de manera que sí nos involucra.
Ahí viene esta discusión pública que nosotros no hemos tenido ningún temor en levantar, que va desde el ciudadano de a pie hasta otras entidades públicas. Si queremos calidad de servicio en telecomunicaciones, no podemos hacer la guerra a las antenas. Esto es lo más incoherente del mundo, porque el servicio no se da por magia. Para que exista buena calidad señal se requieren más antenas.
Hace varios años escuchamos que la regulación de operadores móviles virtuales (OMV) está lista, e incluso hay nombres dando vueltas en el mercado. ¿Los usuarios pueden esperar la entrada de algún OMV?
Primero entendamos el rol de los OMV en el mercado.
Cuando la norma de OMV fue publicada, OSIPTEL opinaba que era prematuro lanzar una iniciativa de OMV en un contexto de guerra de precios o de intensidad competitiva como lo que teníamos entonces, con la entrada de Bitel y Entel como dos nuevos operadores en el mercado en el año 2014.
El cambio que observamos fue profundísimo: hoy tenemos el mayor nivel de intensidad competitiva y por tanto el índice de concentración de mercado más bajo registrado desde que existe el servicio de telefonía móvil en el país.
En ese contexto, actualmente existen OMV, y de hecho acabamos de aprobar un mandato para que un OMV (Dolphin) se conecte con la red de Bitel. Si un OMV va a invertir una cantidad importante dinero para conectarse a la red de un operador con red, es porque existe la intención de desarrollar el negocio.
Ahora bien, la lógica de un OMV no es competir con los operadores de red, sino explotar ciertos nichos de mercado de una mejor manera, porque los operadores de red están orientados a un mercado mucho más masivo. La experiencia internacional nos dice que los OMV tienen éxito en mercados más maduros, pero cuando existe una competencia tan intensa, es muy difícil que un OMV -que depende de las políticas comerciales de un operador con red- pueda estar en capacidad de competir eficientemente.
A inicios del año, Osiptel presentó un nuevo enfoque de gestión vinculado a regulación inteligente. ¿Cómo deben entender los actores de mercado este concepto?
Esto es un cambio paradigma de lo que es la regulación, porque tradicionalmente la regulación ha sido un tema casi académico, vinculado con informe de mercado y políticas regulatorias casi de laboratorio.
La regulación inteligente busca incorporar otros aspectos en el proceso regulatorio, como por ejemplo el comportamiento del usuario en lo que llamamos economía del comportamiento, o la incorporación de benchmarks internacionales con un enfoque no sólo numérico sino con un entendimiento de los procesos seguidos en otros países del mundo sobre los factores que permiten que la competencia funcione mejor en un mercado determinado.
Esto incluye la incorporación de tecnologías en el proceso regulatorio para que la supervisión sea más digital, más inteligente
El uso de big data, inteligencia artificial u otras herramientas tecnológicas de última generación es un componente absolutamente indispensable para generar información útil para regulación, y que deje de ser un ejercicio casi teórico o académico para volverse un ejercicio en base a uso de datos.
Cuando menciona que los usuarios podrán tener en el móvil un COMPARATEL con mucha información y además de doble vía. ¿Es esto parte de la regulación inteligente?
Absolutamente, es parte de la idea porque no solamente se trata de dar información al usuario, sino que el usuario también provea a OSIPTEL con información que sirva para su toma de decisiones.
Y es ahí donde viene la vinculación con la desregulación. Hemos visto que OSIPTEL está encaminado a la desregulación del servicio de telefonía fija.
Por ahora es eso. Nosotros venimos realizando un inventario de cada una de las normas emitidas por el OSIPTEL. Hemos revisado hasta ahora más o menos 90% de todas las normas, y una vez que concluyamos este proceso una postulación de cuáles son las normas que debían modificarse o eventualmente desaparecer.
Sin embargo, telefonía fija es una cosa e internet fijo residencial es otra. Aunque buena parte del servicio de internet fijo se desprende de la telefonía fija, en internet fijo existe aún poca competencia.
Existe poca competencia todavía, aunque nuevas tecnologías nos traen nuevas alternativas.
Tenemos a HughesNet como un operador nuevo desde fines del año pasado, orientado originalmente al mercado corporativo, pero que luego entró al mercado residencial también.
Existen también otros operadores. Esto es un proceso complicado, porque el usuario todavía no llega a entender –aunque lo repetimos constantemente- que el internet no depende de que exista un teléfono fijo. Son productos separados y separables, pero existe aún en muchos usuarios la perspectiva de que no se puede tener internet sin tener una línea fija.
El rol del OSIPTEL es crear condiciones para que exista más competencia.
OCDE ha producido un informe sobre las prácticas regulatorias de OSIPTEL. ¿De qué trata esto?
En noviembre del año 2017 fuimos a la OCDE para solicitar que nos evaluaran formalmente, con una metodología que por sus siglas en inglés se llama PAFER, que busca entender y evaluar integralmente al regulador, no solo de la puerta hacia dentro sino en el contexto institucional en el cual se desenvuelve.
Para esto el año pasado OCDE nos pidió mucha información, y se vinculó además con distintos grupos de interés (congresistas, políticos, analistas, especialistas, asociaciones de usuarios, entre otros) para entender cómo funciona el OSIPTEL, aquellos factores que lo hacen exitoso y las medidas necesarias para fortalecer su actuación y lograr un impacto más eficiente en la sociedad peruana.
Ésta es una evaluación integral, que ubica la gestión de OSIPTEL en el contexto del modelo estructural del Estado Peruano en su conjunto. Es ahí donde existen varias recomendaciones, que tienen que ver con el rol institucional de OSIPTEL, con sus competencias actuales o las que debería tener, con las competencias de otras entidades públicas, y con aquellos aspectos que deberían modificarse para fortalecer más al regulador.