Una de las grandes tendencias mundiales es la digitalización de procesos y actividades. En este contexto, ser competitivos en materia digital se hace imperante, pero el Perú se ubica a la cola del mundo, según reveló el ránking de competitividad digital, elaborado por el Institute for Management Development (IMD) junto a Centrum Católica como socio local.
Entre un total de 63 países analizados, el nuestro ocupó la posición 60. Si bien esto representa una ligera mejora de dos posiciones (el año pasado estábamos en puesto 62), solo hay tres países menos competitivos que el Perú: Mongolia, Indonesia y Venezuela.
“Recordemos que estamos en los albores de la cuarta revolución industrial, cuyo núcleo es precisamente la digitalización de procesos vinculados a la vida cotidiana de las personas. Ya nos estamos quedando atrás en la digitalización, que es mucho más relevante para el bienestar de las personas”, dice Carlos Huamán, CEO de DN Consultores.
“Hay una conciencia política de que los servicios digitales tienen un mayor impacto que el PBI en el bienestar”. – Carlos Huamán, CEO de DN Consultores
Revertir el rezago en competitividad digital podría traer más bienestar a la sociedad e, incluso, más tiempo libre para las personas, señala Iván de la Vega, investigador de Centrum Católica. El país –resalta– requiere subirse con urgencia a la ola.
PIES COJOS
Para determinar qué tan competitivos en materia digital son los países, el estudio comprende tres pilares. El Perú muestra fragilidad en los tres por igual.
En primer lugar está el componente de conocimiento: el país se ubica en el puesto 60. Las debilidades más claras –dice el informe– son la gestión de las ciudades, las habilidades tecnológicas y la escasa formación de los empleados.
En el segundo pilar, el de tecnología, el Perú ocupa la casilla 57. El ránking señala que, pese a tener leyes favorables a la inmigración y buenos niveles de inversión en telecomunicaciones, el talón de Aquiles del país es la poca penetración de la banda ancha móvil.
El tercer factor es el de preparación para el futuro. En este rubro nuevamente el Perú ocupa el puesto 60. La seguridad cibernética, agilidad en los negocios e integración de tecnologías de la información son los factores más rezagados.
HOJA DE RUTA
Para empezar a remediar esta situación de forma inmediata, Carlos Huamán sugiere que la receta pasa por priorizar las mejoras de la conectividad a escala nacional. En particular, apunta que la red dorsal de fibra óptica no ha llegado a la mitad de su objetivo principal, una tarea pendiente de los hacedores de política.
Lo segundo, también clave, es fomentar la cultura digital en las personas, de modo que exijan buenos servicios de este tipo. “El microempresario, el emprendedor, el joven profesional y el adulto mayor pueden tener infinidad de servicios que mejoren su calidad de vida. Es algo que requiere una política pública evangelizadora”, afirma.
El economista recomienda resolver el problema de la red dorsal y licitar lo más rápido posible la banda de 2,5 ghz para empezar a resolver la delicada situación en la que se encuentra el país.
Artículo original publicado por El Comercio p. 18 y la versión web