Con US$536 millones de ingresos en el 2016, la operación local de la firma ya aporta el 19% de la facturación de su matriz
Carlos Hurtado de Mendoza
Poco a poco, la operación de Entel en el Perú comienza a ganar importancia frente a su matriz chilena.
Así lo destacó en exclusiva para Día1 el presidente de directorio del grupo, Juan Hurtado, durante la junta de accionistas celebrada por la firma hace dos semanas en Santiago de Chile.
El ejecutivo listó una serie de factores que demuestran el crecimiento cuantitativo y cualitativo del negocio peruano de la compañía, entre ellos el incremento de su facturación en nuestro país y
su consecuente aporte –cada vez mayor– a los ingresos totales (binacionales) de la empresa, así como el avance positivo del EBITDA de la operación en nuestro país, que en el 2016 ha empujado el promedio de crecimiento global de este indicador para Entel.
Estos dos factores dejan ver una tendencia, según acotó a nuestro suplemento el gerente de Relaciones Institucionales del grupo en el Perú, Nino Boggio. El ejecutivo no descartó que a mediano plazo los números de Entel Perú superen a los de su matriz chilena.
“Es una proyección lógica. Desde el 2013, cuando Entel inició operaciones en nuestro país (tras comprar Nextel), hemos ganado cerca de cinco millones de líneas móviles, que son más de la mitad de las que tiene la compañía en Chile (nueve millones). Pero el caso es que en el Perú tenemos un mercado total de 37 millones de líneas móviles, mientras que en Chile son 19 millones de líneas. Tenemos más margen para crecer”, apuntó.
Juan Hurtado, presidente de directorio de Entel, dirigió la junta de accionistas en Santiago de Chile
Es importante aclarar, en este contexto, que mientras aquí, con 5 millones de líneas móviles la firma tiene el 13% del mercado, en el vecino país del sur, con 9 millones de estas líneas ya lidera la competencia, con el 35% de la torta mapocha.
En ese sentido, y para entender el avance de la operación del grupo en nuestro mercado, vale la pena detallar la evolución de sus ingresos entre el 2013 y el 2016. Mientras que en el 2013 la facturación de Entel Perú fue de US$257 millones, para el año pasado se había duplicado, pues alcanzó los US$536 millones. Con esta cifra, el aporte de la filial peruana alcanzó el 19% del total de ingresos binacionales de la empresa en el 2016.
Además, Boggio resaltó que la expansión de su base está siendo casi equitativa entre sus líneas móviles prepago (60% del total) y pospago (40%), con una tendencia a que se igualen en 50% a corto plazo, lo cual es vital por el valor de los contratos fijos (pospago) para la facturación peruana.
Mejora el EBITDA peruano
Ni Hurtado ni Antonio Büchi, gerente general de Entel Chile, pasaron por alto que el margen EBITDA de su operación en nuestro país, aún se mantenga en negativo (-34% en el 2016), pero resaltaron que la pérdida vaya reduciéndose año tras año, marcando una tendencia positiva, que es una señal valiosa para sus accionistas y para la calificación crediticia de la empresa.
“El EBITDA de Entel Perú avanzó de tal forma que empujó el promedio de crecimiento del EBITDA global de la compañía hasta 19% el año pasado”, comentó Büchi a Día1.
De acuerdo al analista Carlos Huamán Tomecich, CEO de DN Consultores, para que el grupo consiga un margen positivo de este indicador en nuestro país precisa ampliar su base de clientes, para lo cual les servirá de mucho que la competencia evolucione de precios o planes tarifarios a una diferenciación basada en calidad del servicio, como cobertura, velocidad o atención al cliente.
Por ello, Boggio hizo énfasis en dos batallas que Entel Perú está empujando aquí.
Primero, la eliminación de la diferenciación tarifaria on net/off net, “que provee una barrera para la competencia llamada redes privadas”, en referencia a la RPM de Movistar y RPC de Claro. “Los usuarios se encuentran atrapados en esas redes”, señaló.
Segundo: la reducción del cargo de terminación móvil, que debería resolverse este año.
Preocupación por la red dorsal
En Entel valoran la importancia de la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (RDNFO), concesionada a Azteca Telecomunicaciones por 40 años.
Sin embargo, la firma propone al Estado hacer mejoras a los contratos entre Azteca y los operadores.
“Estos contratos no incorporan la posibilidad de hacer descuentos por volumen de tráfico de datos”, acotó Nino Boggio.