Motivado principalmente por el alza de precios en los rubros de alimentos y bebidas [+15%], transporte [+10%] y restaurantes | hoteles [+10%], según información oficial publicada por el INEI Perú cerró el año 2022 con una inflación anual de +9%, el nivel más alto durante el presente siglo, equivalente al triple del promedio anual de +3% en dicho período y además por encima del promedio en Sudamérica 20221 [+8%].

De forma similar a años previos, la inflación en servicios de telecomunicaciones [+1%] se ubicó bastante por debajo del promedio nacional [+9%] y de los otros servicios básicos en el hogar, es decir, agua [+8%] y electricidad [+10%].

Este patrón de comportamiento es sostenido a lo largo del tiempo. En efecto, durante el presente siglo [2001-2022] la inflación anual promedio a nivel nacional [+3%] y para los servicios de agua [+4%] y electricidad [+4%] contrastan con la caída de precios sostenida [deflación] en los servicios de telecomunicaciones durante el mismo período de -2%.

Es decir, mientras que los precios en general y para los servicios de agua y electricidad crecen, los precios para los servicios de telecomunicaciones caen.

En términos acumulados para el presente siglo, esto implica una inflación de +161% y +117% para los servicios básicos de agua y electricidad, respectivamente, mientras que los servicios de telecomunicaciones registran en el mismo período una deflación de -37%.

Esta evolución en los precios de los servicios de telecomunicaciones según el comportamiento de los agregados macroeconómicos del país reportados por el
INEI es plenamente consistente con el resultado medido a nivel microeconómico a través de los indicadores publicados por el OSIPTEL, según el cual los precios unitarios en los servicios de internet móvil [GB de descarga] y de internet fijo [Mbps de velocidad contratada] registran una caída de -83% y -91% desde 2017,
respectivamente, lo cual ubica además al Perú como el segundo país en Sudamérica con los menores precios para estos servicios.

Estos resultados demuestran cómo el alto grado de intensidad competitiva alcanzado en los mercados de servicios móviles y fijos se traduce en una preferencia revelada de los usuarios por una reducción de precios sostenida, y no deja de llamar la atención que esto ocurra precisamente en el único servicio básico en el hogar provisto sólo por operadores privados, en contraste con la presencia predominante de operadores de propiedad del Estado en los otros 2 servicios básicos en el hogar, correspondiente a la totalidad de los 50 operadores de saneamiento y a 13 de los 22 operadores de distribución eléctrica en el país [60% del total].