Cada vez hay más OMV —operadores de telecomunicaciones sin red ni espectro— en el mercado peruano, pero ninguna prueba el éxito.

La intensa competencia en telecomunicaciones, la poca flexibilidad tarifaria y la falta de valor agregado siguen complicando el crecimiento de estos jugadores.

La intensa competencia entre Telefónica, Claro, Entel y Bitel —en oferta de datos y servicios de valor agregado, como Netflix, Spotify y apps propias— aún dificulta el desarrollo de los operadores móviles virtuales (OMV) en el Perú. “Hoy es complicado que tengan posibilidades de éxito”, aseguró Alejandro Jiménez, director gerente general de la consultora All Business Solutions y exgerente general de Osiptel.

En los últimos cuatro años las experiencias de los OMV —operadores de telefonía móvil sin red ni espectro— han sido diversas: salidas del país, pérdida de usuarios y retrasos en el inicio de operaciones. Virgin Mobile, el primer OMV, fue forzado a dejar el Perú y vender su licencia en julio del 2017 tras un año de operaciones. Inkacel, que comenzó con 100,000 usuarios, herencia de Virgin, cerró con apenas 8,000 en el 2019. Dolphin Telecom, por su lado, estimaba que iniciaría operaciones en abril el 2019, tras tres años de haber obtenido la concesión como OMV; pero esto se ha postergado hasta este 2020. Cuy Móvil también postergó su inicio. “Obtuvimos la concesión en el 2018, pero nos demoramos más de un año para comercializar [los planes]”, contó Mariano de Osma, su cofundador y CEO. Famagusta, que obtuvo el registro en el 2017, aún no opera. Pero el MTC sigue dando concesiones a nuevos OMV: Intermax y Flash Mobile se sumaron en el 2019.

Las dificultades

Telefónica, Claro, Entel y Bitel aún compiten de manera intensa para ganar clientes, lo que parece no dejar espacio a los OMV. “No es un mercado maduro y eso complica a los OMV”, dijo Fernando Casafranca, profesor de ebusiness y mobile commerce de Pacífico Business School. La competencia ha migrado de una guerra de precios a otra que ofrece Internet ilimitado y servicios de valor agregado, como apps propias, Netflix y Spotify. “Hoy es difícil competir con los servicios adicionales; ante planes similares los clientes pueden optar por estos servicios”, aseguró De Osma, de Cuy Móvil.

Los OMV reconocen que tendrán que agregar estos servicios en su oferta para atraer clientes. “Hay servicios que nunca vamos a tener [como apps propias], pero sí nos asociaremos con partners estratégicos para ofrecer servicios que no tengan los otros operadores”, agregó De Osma. En tanto, Inkacel ya los tiene. “Ofrecemos servicios IoT a microempresarios de transporte que no son atendidos por operadores grandes. Son chips usados para GPS”, indicó Aitor Artera, su gerente general.

Otro factor que dificulta a estos operadores es la poca capacidad de reacción ante cambios en los planes comerciales de las grandes ‘telcos’. Incluso ésta fue una de las razones por las que Virgin salió del país. “Dependen mucho del precio [mayorista] que acordaron pagar a los operadores de red [como Telefónica]. Si el precio de los planes móviles bajan mucho, los OMV quiebran”, indicó Carlos Huamán, CEO de DN Consultores. Por eso los OMV tiene que renegociar sus contratos para asegurar una tarifa competitiva. Hoy Inkacel y Cuy tienen tres negociaciones anuales con sus respectivos operadores de red.

Nuevos jugadores y la oportunidad del 5G

Este año tendremos tres OMV que operarán en el mercado, por primera vez, pero su participación no superará el 0.5%. Aunque el OMV no necesita una gran base de clientes para tener éxito, aseguró Huamán. Cuy, Inkacel y Dolphin buscarán tener en promedio 150,000 clientes. “Apuntamos a tener 30,000 clientes e ingresar a Arequipa, Trujillo, Chiclayo y Cusco”, contó De Osma. Dolphin Telecom, en cambio, tendría una meta mayor: 100,000 clientes, comentó Javier Sánchez, su CEO, a SEMANAeconómica en el 2019.

Ante este contexto, los OMV tendrán una mayor probabilidad de éxito con la llegada de la tecnología 5G, aseguraron Casafranca y Huamán. Por ejemplo, podrán ofrecer servicios de IoT más enfocados en sus respectivos nichos de mercado. Sin embargo, no se implementará esta tecnología al menos hasta el 2022.

Artículo original publicado por Semana Económica (15/feb/2020)