Más allá de la presentación de ‘smartphones’ flexibles o con mejores cámaras, el MWC 2019 –realizado la semana pasada en Barcelona– sirvió para conversar sobre los usos que se podrán dar al 5G y los retos que, en términos de espectro, enfrentan los operadores con la inminente llegada de esta tecnología.

Desde GSMA, gremio de operadores que organiza el evento, Lucas Gallitto, jefe interino de Latinoamérica, destaca la importancia de que las economías latinas dispongan de gran cantidad de espectro en las bandas medias y altas (entre 2,4 GHz y 8,6 GHz) para poder correr los servicios 5G. Incluso –dijo– que respaldaba la canalización y uso de bandas no contempladas antes como 4,5 GHz o 6,6 GHz para poder cubrir la demanda.

¿Cómo nos estamos preparando en el Perú para esta carrera? La Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) ha establecido que para el 2020 se debe haber asignado, al menos, entre 1.280 y 1.720 MHz, pero el Perú apenas está en 394 MHz, lo que equivale a un 30% del escenario más desfavorable, informa José Otero, director de 5G Américas para la región. De hecho, sostiene que hasta setiembre último ningún país de la región ni siquiera había llegado al 50% de la meta asignada para el 2015.

El año pasado el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) anunció que arrancábamos con el reordenamiento de varias bandas idóneas para 5G (entre ellas 2,3 – 2,5 GHz y 3,5 GHz), con el fin de licitar este año más espectro para atender las nuevas demandas. Junto a dichas disposiciones, empero, se incluyó una norma que propone poner un tope de espectro por grupo económico para evitar el acaparamiento: 60 MHz en bandas bajas (hasta 900 MHz) y 250 GHz en las altas (1,9 GHz o más), es decir un total de 310 MHz.

Varios grupos ya pasaron el tope, pero no tienen que devolver espectro si lo ganaron en concurso, solo si lo obtuvieron vía solicitud (sin pago). Siguiendo ese criterio, en la propuesta para reordenar la banda 2,3-2,5 GHz se pide a Entel y América Móvil que cada uno devuelva alrededor de 60 MHz.

A nivel regional existen varios países (Brasil, Colombia, Chile, entre otros) que han aplicado topes y ahora evalúan moverlos hacia arriba, para atender la mayor demanda del 5G.

En nuestro caso, se ha establecido un límite de 310 MHz, lo cual, según Otero, implicaría que existan al menos seis operadores para cubrir los requerimientos de la UIT. ¿Soportaría nuestro mercado seis jugadores con red? Difícil si observamos los problemas de rentabilidad que tienen hoy los cuatro existentes.

Otro aspecto cuestionado por los analistas es que el tope se convierte en una barrera que impide participar en nuevos concursos. Movistar, por ejemplo, sobrepasa el tope en bandas bajas, pero en las altas tiene 115 MHz, lo que sí le permitirá ir a la licitación de 2,3-2,5 GHz. Pero ni Claro ni Entel podrían.

Carlos Huamán, director de DN Consultores, considera que si el objetivo de la autoridad es evitar el acaparamiento, es mejor mantener la equidad de acceso y no fijar este tipo de topes. “Les han puesto un corsé que no corresponde a la realidad del mercado”, remarca.

Artículo original publicado por Día 1 p.6