El 26 de agosto pasado participamos en un evento organizado por el Estado Peruano, que confiamos represente un gran paso en la senda de desarrollo del país.

Ese día el programa StartUp Perú del Ministerio de Producción (Produce) premió a los 23 emprendimientos y 4 incubadoras de negocios que forman parte de la “primera generación” de este programa.

El Estado Peruano invertirá S/. 400 millones en estas iniciativas, que tendrá un presupuesto similar el año siguiente, y montos crecientes desde el año sub-siguiente, de modo que trascienda al actual gobierno de turno.

¿Qué es un StartUp?

El término StartUp en inglés puede ser traducido a castellano como “inicio” o “despegue”, y es aplicado en el mundo desde hace 20 años a emprendimientos nuevos y además con un alto potencial de escalabilidad por su uso intensivo de tecnologías de información.

El clima de negocios estable, el nivel educativo solvente y un activo flujo de capitales indujeron a que la región de Silicon Valley (California, EE.UU.) atrajera este tipo de inversiones en forma masiva, situación que decantó en una ahora famosa crisis en el mercado de capitales conocida como la “burbuja dot-com” en los últimos años del siglo pasado.

Esa experiencia sirvió para entender la racionalidad económica de estos modelos de negocio, de modo que los StartUps son ahora vistos a escala global (y también en América Latina y Perú) como una palanca para el desarrollo económico-social sostenible, por su énfasis en la innovación, principal ingrediente en la creación de valor social en el mundo actual.

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¿Qué valor social añaden las StartUps?

El desarrollo de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) es un hito disruptivo en la historia de la humanidad (mucho más que el descubrimiento de la electricidad, por ejemplo), por cuanto facilitan el acceso a volúmenes inagotables de fuentes de información, insumo utilizado por la mente humana para desarrollar conocimiento, principal fuente de riqueza en la sociedad de la información actual (como lo fueron las máquinas luego de la Revolución Industrial o la tierra en la sociedad feudal).

El conocimiento se traduce en riqueza porque impulsa la innovación, entendida como la creación de nuevas industrias, en oposición a la mejora de la propuesta de valor en industrias previamente existentes.

Naturalmente, el conocimiento es una condición necesaria más no suficiente para conllevar desarrollo. Tal como ocurre con Silicon Valley, la innovación requiere un ecosistema donde diversos actores en el mercado deben confluir en forma armónica para inducir su desarrollo.

Dicho ecosistema exige personas educadas para extraer valor a los nuevos productos intensivos en conocimiento, capacidad de financiamiento para sostener los emprendimientos durante su etapa inicial (por ejemplo, mediante la combinación de fondos del Estado e inversionistas ángeles), y un clima de negocios estable (macroeconomía, marco normativo) que permita la maduración de los emprendimientos tecnológicos con costos eficientes.

¿Cuáles son los objetivos de StartUp Perú?

Con este marco, la sola existencia de StartUp Perú es bastante alentadora, pues refleja el reconocimiento del Estado Peruano sobre la importancia de la innovación como un factor con alto impacto positivo en el futuro de nuestro país.

Es también alentador que este programa sea una de las cinco líneas de acción contenidas en el eje principal del recientemente aprobado Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP, 2014), concebido para generar nuevos motores de crecimiento económico que permitan:

  • Diversificación económica
  •  Reducción de dependencia a precios de materias primas
  •  Mejora de productividad
  •  Aumento de empleo formal y de calidad

Todo esto decanta en el objetivo superior de un crecimiento económico sostenible de largo plazo más consistente –menos vulnerable- de lo que hemos visto en el país en los últimos 20 años.

De esta forma, una señal positiva adicional que encontramos es que –a diferencia de otros planes nacionales previos con objetivos y metas con un menú de acciones inconexo o inexistente- los resultados esperados para StartUp Perú están íntimamente vinculados con los objetivos y metas del PNDP.

Políticas públicas de innovación: desafíos adicionales

En suma, consideramos que las políticas de públicas de innovación deben ser disruptivas, es decir, quebrar algunas reconocidas inercias en el Estado Peruano, lo cual requiere un enfoque de 360°, mediante la articulación de Produce con otros ministerios, con algunos órganos vinculados a la innovación y albergados en diversos ministerios (CEPLAN, CONCYTEC, Consejo Nacional de Competitividad, entre otros), y por supuesto con los gobiernos regionales y locales, por definición más cercanos a los peruanos de a pie.

En particular, consideraríamos como actores claves en este proceso de articulación al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) por su rol promotor de infraestructura de conectividad digital, a ministerios como Educación, Salud y MIDIS por su rol social, y al Municipio de Lima, gobierno metropolitano más grande en el país, cuyo potencial éxito podría inducir iniciativas similares en otros municipios en el país.

StartUP Perú es, por tanto, un gran inicio de un proceso que ojalá perdure y se esparza entre los hacedores y gestores de la política pública en el país.