El 22 de enero del año 2013, al día siguiente del anuncio oficial del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) respecto a los términos del acuerdo con Telefónica Móviles (“TdP”) para la renovación de su contrato de concesión por casi 20 años más, en DN Consultores nos pronunciamos respecto al severo perjuicio que dichos términos implican para los peruanos.

La razón de nuestra posición era una sola: mediante tal acuerdo, el Estado Peruano otorgó el monopolio de la expansión de cobertura de las telecomunicaciones en el país a un (único) operador (TdP), violentando el marco institucional del sector en el país (i.e. el rol de FITEL como agente promotor del acceso universal), e incluso la Constitución del país, cuyo capítulo económico define el rol del Estado como promotor de la libre competencia.

Lejos de ser conceptual, esta disquisición ha demostrado tener un impacto tangible en 2 hechos recientes:

  • Lanzamiento (con amplia cobertura de prensa) del servicio de internet residencial de TdP en Iquitos (18 de marzo)
  •  Lanzamiento (con nula cobertura de prensa) de la lista de precios del servicio de internetmayorista de TdP (21 de marzo)

El servicio de internet residencial es tan deficiente como en el resto del país (basta compararlo con el servicio provisto por el mismo operador en Chile o Colombia, mercados con menor concentración de mercado que Perú), mientras que el servicio de internet mayorista es aún más preocupante, pues introduce una barrera de entrada (vía precios desproporcionadamente altos) que bloquea severamente la posibilidad de que nuestros compatriotas en Iquitos puedan aspirar a tener opciones de acceso a internet distintas a TdP.

Internet residencial en Iquitos: ¿todo va a estar bien?

Antes del 18 de marzo pasado, Iquitos no contaba con banda ancha. Por tanto, contar con el servicio representa un hecho histórico para los hogares y personas en dicha ciudad.

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Según información del propio operador, TdP ofrece en Iquitos las mismas condiciones comerciales que en Lima y el resto del país, aunque únicamente para el plan tarifario de 1 Mbps de velocidad (TdP ofrece en Lima velocidades de hasta 10 Mbps para el segmento residencial), e incluso con el precio promocional de S/. 29 incluido IGV (S/. 89 incluido IGV desde el segundo mes).

Aunque esto pueda sonar bien, en realidad ofrecer condiciones “similares a Lima” es poco alentador, si tomamos en cuenta que el país cuenta actualmente con precios altos en internet para los estándares sudamericanos (ver Cuadro 1).

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De esta forma, Iquitos cuenta ahora con un servicio superior al que tenía antes, pero se encuentra aún lejos de donde podría estar (al igual que el resto del país).

Lo más preocupante, sin embargo, es que tratándose de un mercado virgen en internet de alta velocidad, el caso era propicio para el despliegue de una red de banda ancha competitiva que una a Iquitos con el resto del país y que al mismo tiempo promueva un sano desarrollo de la competencia en el servicio de internetresidencial en la ciudad, que estimule progresivamente mejores velocidades, precios y condiciones comerciales, que la equiparen con el resto del país.

Una oportunidad perdida, más aún con las condiciones comerciales establecidas por TdP para el servicio de internet mayorista, tal como mostramos a continuación.

Internet mayorista en Iquitos: carne sin hueso

El despliegue de infraestructuras de toda índole en Perú (entre ellas telecomunicaciones) es operativamente compleja y financieramente costosa, debido a la diversidad geográfica de nuestro país (cordilleras y ríos caudalosos).

Ante ello, (operador dorsal adjudicado en diciembre 2013) desplegará la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (RDNFO) en 180 (de la 195) provincias en el país, a cambio de un subsidio del Estado Peruano.

Además de la RDNFO, FITEL desarrolló años atrás el proyecto “Integración amazónica Loreto-San Martín a la red terrestre de telecomunicaciones”, que en su versión original incluyó el tramo Rioja-Santa Rosa (localidad fronteriza Perú-Colombia-Brasil), pero que fruto de la negociación de TdP con el Estado Peruano por la renovación de sus contratos de concesión, fue literalmente dividida en 2 partes: Rioja-Iquitos e Iquitos-Santa Rosa.

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De esta forma, el tramo Rioja-Iquitos pasó a formar parte de las “duras condiciones” asumidas por TdP post-renovación, mientras que el tramo Iquitos-Santa Rosa se convirtió en la nueva versión del proyecto de Integración Amazónica (IM).

Como es evidente, el tramo Rioja-Iquitos aporta 2 ingredientes de alto valor para TdP:

  • Ser el primer operador minorista con servicios de banda ancha en una ciudad con un alto nivel de demanda insatisfecha (Iquitos) y, mejor aún,
  •  Ser el único operador mayorista con acceso a dicha ciudad

En ese marco, es entendible que TdP no pujara demasiado por asumir el tramo Iquitos-Santa Rosa, proyecto comercialmente bastante menos atractivo, adjudicado en diciembre 2013 a Gilat Perú, mediante un concurso público gestionado por PROINVERSIÓN en forma competitiva, con 2 postores (Winner Systems, además de Gilat Perú), con un subsidio total de USD 30 millones.

Sobre el tramo total Rioja-Iquitos, lo que inauguró TdP días atrás fue el sub-tramo Yurimaguas-Iquitos, mientras que –según lo establecido en sus contratos de concesión- deberá inaugurar el sub-tramo Rioja-Yurimaguas en marzo 2015.

En suma, tenemos al frente un caso en que el Estado Peruano ha permitido a TdP formar un monopolio en un servicio además integrado verticalmente (mayorista y minorista), de forma tal que el operador tiene las herramientas para imponer barreras de entrada a todo otro operador que intente atender Iquitos.

Por supuesto que para no complicarse, TdP utiliza la herramienta más sencilla: el precio.

¿Cuánto costará a otros llegar a Iquitos?: el cielo es el límite

El precio de lista que Telefónica informado a OSIPTEL para el tramo Yurimaguas-Iquitos (470 kilómetros de red) es nada menos que S/. 43 644 incluido IGV por E1 (2 Mbps), o alrededor de S/. 37 mil más IGV.

Debemos advertir a quienes nos lean que esta cifra no es un error tipográfico del autor de esta nota. Ése es en realidad el precio de lista fijado por Telefónica (y entendemos autorizado por OSIPTEL).

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Aunque los descuentos por plazo y volumen que acompañan a dicho precio de lista son coherentes con los estándares de mercado, el precio no lo es en absoluto.

Por ejemplo, precios de lista para Lima-Huancayo (~300 kilómetros) o Lima-Arequipa (~1 mil kilómetros) se ubican en el entorno de USD 700-1 mil y USD 1 mil- 1 400 más IGV, respectivamente.

Traducidas estas cifras a soles, tenemos un promedio representativo de S/. 3 mil más IGV para la conectividad nacional, es decir, la décima parte o menos del precio de lista informado por TdP a OSIPTEL. Nada menos.

Podemos esperar que TdP intente explicar esta anómala situación con el argumento de que el despliegue de red en Yurimaguas-Iquitos cuesta más que cualquier otro tramo nacional (y que por eso no haya existido otra red antes), pero ello no es así.

Al respecto, MTC ha informado que la inversión asumida por TdP para el tramo Yurimaguas-Iquitos fue S/. 180 millones (USD 64 millones). Si consideramos su extensión de 470 kilómetros de red, esto equivale a USD 130 mil por kilómetro.

Según estándares de la industria, la inversión típica para redes nacionales se ubica en el orden de USD 30 mil por kilómetro, de modo que podríamos entender una diferencia de hasta 4 veces entre ambos precios, es decir, unos S/. 12 mil por E1, no S/. 37 mil por E1.

Todo esto, por supuesto, asumiendo que el monto de inversión informado por TdP a MTC es fidedigno, sobre lo cual tenemos dudas por diversas razones:

  • La inversión reportada por TdP a OSIPTEL puede asumir precios de lista de sus proveedores, a pesar de su capacidad (economía de escala) para obtener precios sustancialmente menores, en su calidad de operador dominante en Perú y como operador global
  •  El esfuerzo requerido por el Estado para auditar dichos costos es oneroso y poco efectivo (quien conoce mejor el negocio es el operador)

El proyecto de Gilat Perú tiene un tramo similar (~450 kilómetros) y un costo total (inversión + gastos operativos) de USD 30 millones, es decir, USD ~67 mil por kilómetro. Aun cuando la capacidad de red comprometida por TdP es sustancialmente mayor, las economías de escala podrían explicar un incremento de hasta 50% sobre dicha cifra (no 100% mayor), es decir, hasta S/. 9 mil por E1, no S/. 37 mil por E1

Por tanto, el precio “competitivo” establecido como premisa en los contratos de concesión de TdP podrían ubicarse razonablemente en S/. 9-12 mil más IGV, y no S/. 37 mil más IGV.

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¿Y ahora qué hacemos?

Primero que nada, felicitar a Telefónica, no sólo por lograr un excelente resultado en la negociación de sus contratos de concesión, sino por su capacidad para mostrar como un gran beneficio para Iquitos lo que en realidad representa un flagrante perjuicio.

Del lado del Estado, confiamos en que las cosas no quedarán allí. Por tratarse de un precio, el tema se ubica en el ámbito de OSITPEL, no MTC, aún cuando fue ésta la institución a cargo de la negociación de la renovación de TdP.

Felizmente, los contratos de concesión reafirman la potestad de OSIPTEL para intervenir, en el caso de que TdP no ofrezca “tarifas de mercado”, situación en este caso más que evidente.

El alejamiento del precio establecido por TdP respecto a cualquier criterio de razonabilidad es tal, que quizás la intervención de OSIPTEL no deba ser únicamente mediante la emisión de un mandato de acceso a solicitud de parte (de algún operador que se sienta afectado por dicho precio), sino de oficio. Estaremos atentos.