Gráfico

La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) es el organismo especializado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Como parte del monitoreo en la evolución de los mercados TIC globales, UIT creó la década pasada el Índice de Desarrollo de las TIC (IDT por sus siglas en español), que considera 3 dimensiones: acceso a servicios, uso de servicios y habilidades de los usuarios.

Si bien la metodología de cálculo del IDT enfrenta desafíos similares a otros índices internacionales (medición de indicadores no homogénea entre países o inexistente en algunos casos), es útil para analizar la evolución de las TIC en cada país y entre países.

El índice tiene una escala de 0 a 10, y en el año 2015 Corea del Sur, Dinamarca e Islandia fueron los países con mayor desarrollo TIC en el mundo con un puntaje de 8,9, mientras que las últimas posiciones (entre 167 países) corresponden a 10 países de África con un puntaje entre 1,2 y 1,8.

En Sudamérica, Uruguay y Paraguay se encuentran en extremos opuestos. Uruguay es por lejos el país líder en desarrollo TIC en la región (6,7), mientras que Paraguay se encuentra a la zaga (3,8).

Debido a que un grupo importante de indicadores contenidos en el IDT están asociados a la capacidad de la demanda para consumir servicios TIC, las posiciones de estos 2 países podrían ser entendibles si consideramos que ambas se ubican entre los países con mayor y menor nivel de PBI per cápita, Uruguay en 2° lugar (debajo de Chile) y Paraguay en 9° lugar (por encima de Bolivia).

No ocurre lo mismo con Perú, que se ubica bastante por debajo de Ecuador, a pesar de registrar un PBI per cápita bastante superior.

En ese sentido, la revisión detallada de los componentes del IDT nos muestra que la baja posición de Perú es explicada principalmente por la baja tenencia de internet fijo (agravada por la baja tenencia de PC en el hogar) e internet móvil, todo lo cual puede ser resumido en que Perú es el país en Sudamérica con MENOS usuarios de internet, junto con Bolivia (39%).

¿Qué ocurre con Perú?

Cifras de mercado sugieren que el efecto-ingreso no es suficiente para explicar su situación actual, pues según cifras del Banco Mundial Perú se ubica actualmente en la 5° posición en Sudamérica en términos del PBI per cápita ajustado por el poder de compra (PPP).

Al contrario, el efecto-precio es importante, pues diversos estudios muestran que los precios de la banda ancha fija y móvil en Perú se ubica entre los más altos de Sudamérica.

Sin embargo, en nuestra opinión resulta más importante que el efecto-ingreso o el efecto-precio aquello que los economistas llaman “usos y costumbres”, que alude al hecho de que simplemente los peruanos no tenemos el uso de internet entre los hábitos incorporados en nuestra vida cotidiana, por una serie de razones que desbordan esta nota.

En cualquier caso, debido a que el acceso universal es uno de los pilares de la política pública en telecomunicaciones y TIC, esto implica que ciudadanía digital (promoción del uso digital entre los ciudadanos) representa uno de los ejes de tal política, lo cual exige la ejecución por parte de un ente rector digital que actualmente no existe en el país.

Referentes internacionales

Si algo distingue a Uruguay como líder digital en Sudamérica es el hecho de que cuenta en telecomunicaciones y TIC con entidades que actúan como ente rector que –incluso sin ser ministerios- reporta directamente al Presidente de la República (URSEC y AGESIC, respectivamente), y que tienen precisamente a la masificación del uso de internet como parte de sus objetivos de política sectorial.

Si bien la forma precisa de institucionalidad (1 o 2 entidades, ministerio o no ministerio, entre otros) obedece a la realidad del país, resulta claro que la existencia de un ente rector es fundamental para promover una inducción de la demanda por servicios digitales que eleven la calidad de vida de los ciudadanos, la productividad de las empresas y la eficiencia de los servicios de gobierno en el país.

Conclusión

Si consideramos que “todo empieza por el principio”, abandonar la situación actual de bajo desarrollo TIC (no para ganar a otros países, sino para superarnos como país) exige que Perú tome una decisión respecto a la creación de un ente rector digital a cargo de la promoción del uso masivo de internet para la vida cotidiana.

Esto complementaría el gran esfuerzo desplegado por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones en la Red Dorsal de Fibra Óptica-RDNFO y Redes Regionales (con una inversión agregada de USD 2 mil millones por parte del Estado), con un paso siguiente para promover servicios digitales (que de paso fortalezcan la sostenibilidad económica de la RDNFO) y, lo más importante, la masificación de una ciudadanía digital popular.