El mercado móvil peruano mostró signos de competencia efectiva el año pasado, ya que Entel y Bitel avanzaron significativamente en la carrera por participación de mercado frente a las poderosas Telefónica y Claro.

Por otro lado, el OMV Virgin Mobile abandonó Perú después de un año, lo que plantea la pregunta de por qué esta compañía más pequeña no podría prosperar. De todos modos, más OMV anuncian su entrada al mercado.

BNamericas conversó con el presidente de DN Consultores, Carlos Huamán, sobre el estado del sector móvil peruano y su evolución desde 2013. Según Huamán, la competencia está intensificándose, pero aún hay bastante margen de mejora con respecto a las regulaciones para los OMV.

BNamericas: ¿Cuál es el estado actual del mercado móvil de Perú?

La penetración móvil está creciendo menos que antes porque ya estamos por encima del 120%; entonces, ya crece de manera más suave. El ARPU está creciendo [por la mayor demanda de datos] mientras comienza la caída en el tráfico de voz.

En cuanto a estructura de mercado, observamos una recomposición ya que Bitel y Entel están subiendo, Movistar [de Telefónica] está cayendo y Claro se ha recuperado en el último año.

La interpretación de esa reconfiguración es que nos encontramos a medio camino del desarrollo competitivo. Si bien la estructura de mercado ha tenido un cambio importante, en el año de partida, que fue 2013, estábamos en una situación de extrema concentración de mercado en que dos operadores tenían el 96% de participación.

Lo que estamos haciendo ahora es acercarnos a estándares de mercados competitivos, aunque aún no estamos en un nivel óptimo. Eso significa que una primera ola de normativa pro competencia que se dio entre 2013 y 2014 puede ser complementada por una segunda ola que siga contribuyendo con el desarrollo sano del mercado.

BNamericas: ¿Cuál es la situación de los OMV?

El año está empezando con dos OMV. Para que haya cuatro, como se prevé, a la segunda mitad del año, es necesario que [el regulador] Osiptel perfeccione la normativa de OMV de modo que situaciones como la de Dolphin, que tardó muchos meses, no ocurran así y se den plazos más razonables en condiciones más favorables.

Se dio una situación en la que ambas partes tenía una posición y ninguna de las dos estaba satisfecha y ahí vale la pena la intervención del regulador.

Hasta ahora lo que tenemos es un anuncio, entendemos que los operadores están avanzando a su manera, pero la normativa es fundamental porque lo que paguen por originación y terminación de llamada son parámetros establecidos por Osiptel. Entonces, la normativa influye mucho en que los OMV sean económicamente sostenibles.

BNamericas: ¿Por qué falló Virgin Mobile en el mercado peruano?

Virgin tuvo una dificultad de negocio y de normativa.

Por el lado del negocio, su estrategia no estuvo bien planteada porque el modelo de negocio de OMV se caracteriza por orientarse a un segmento de mercado muy específico, no masivo. Esto es porque su estructura de gastos debe ser altamente eficiente ya que su negocio es de arbitraje. Es decir, paga un monto al operador de originación y terminación, vende a un precio y su margen está en la diferencia entre ambos. El gasto en que incurra para operar debe ser bastante pequeño.

Virgin se enfocó en jóvenes, y los jóvenes en Lima, que es donde ellos estaban, suman 4 millones o 5 millones y un OMV no puede trabajar con un universo de esa magnitud. Debió de dar un apellido al segmento «jóvenes» para estar mucho mejor enfocado.

Además, toda su publicidad era en línea, lo que redujo su alcance, y tenía cinco puntos de distribución en Lima.

A nivel de normativa, aquella para los OMV no termina de estar completa porque Osiptel no define con precisión las reglas de negociación entre el operador de red y el OMV. La experiencia de Virgin sugiere que hay un espacio para que el regulador perfeccione la normativa de OMV.

BNamericas: ¿Fue el conflicto entre Entel y Dolphin resultado de no contar con las regulaciones correctas?

La ausencia de regulación propicia que las partes sean creativas para que el modelo de negocio sea viable.

Se dio una situación en la que ambas partes [Entel y Dolphin] tenían una posición y ninguna de las dos estaba satisfecha.

Lo mejor sería que Osiptel se ponga un punto de equilibrio y defina reglas más precisas para las condiciones económicas entre ambas partes.

BNamericas: En su opinión, ¿cómo deberían ser las regulaciones de los OMV?

Más que más que pagar costos más flexibles, debiera existir alguna regla definida por Osiptel. En este momento no existe ninguna regla y por eso Dolphin planteó lo que planteó.

Debería existir una regla práctica y pragmática que recoja la realidad del mercado para que las partes la usen como una referencia a partir de la cual se pongan de acuerdo. Por ejemplo, un cargo de acceso tope para el OMV.

Lo segundo es la definición del cargo de terminación. Osiptel se encuentra culminando el proceso para definir el nuevo cargo de terminación móvil para este año. Ahí tiene algunas características que lo está haciendo diferente que en períodos previos, como hacerlo anual en lugar de cuatrianual.

Este año habrá un cargo único para todos. Lo importante es que el cargo sea lo suficientemente bajo para estimular la competencia, que aún falta en el mercado peruano. Ya planteo una cifra de US$0,006 por minuto, que podría quedarse así o incluso bajar.

Artículo original publicado por BN Américas