Telefonía móvil. Dificultades para rentabilizar inversiones marcaron el 2019 y generan una necesidad de mayor innovación en el negocio.

Tras un 2018 con una caída en ingresos por primera vez en la historia de la telefonía móvil, el reto de recuperación en el 2019 era imperativo para garantizar unos estados financieros saludables. Pero esto no se concretó del todo.

Los resultados financieros anuales de los tres operadores móviles que cotizan en el mercado de valores, presentados este mes, confirman las previsiones de los analistas: los niveles de ganancias sin considerar impuestos (Ebitda) siguen en un nivel por debajo del promedio recomendable.

Carlos Huamán, director de DN Consultores, sostiene que estos deberían estar entre un 25% y un 30% de los ingresos, para permitir a los operadores financiar las inversiones sin ‘castigar’ al consumidor con precios inasequibles. Sin embargo, seguimos en alrededor del 17%, lo cual es casi la mitad de lo manejado regionalmente, según un reciente estudio de Apoyo Consultoría.

Si bien la situación varía de uno a otro operador, en promedio se observa una pérdida de rentabilidad que pone en duda la sostenibilidad de las empresas en el sector, destaca Miguel Figallo, asociado de Apoyo Consultoría. En el estudio realizado, afirma, se encontró que en el sector se invierten unos S/4 mil millones al año, lo cual es 40% menos que el promedio de los países de la OCDE y la mitad de lo previsto para revertir la brecha local.

Con la inminente llegada del 5G se van a necesitar alianzas, sinergias y compartir gastos para afrontar las fuertes inversiones requeridas, anota Alejandro Jiménez, director de All Business Solutions. “Lo más sano es que haya una consolidación del mercado, porque este es un negocio de escala”, dice.

CUIDADOS INTENSIVOS

Entel es el operador que más alzas en ingresos ha reportado el año pasado (llegó a US$992 millones) consiguiendo dejar de estar en rojo y generar ganancias. Sin embargo, Jiménez advierte que esta prominente alza fue posible porque vendieron 1.089 torres a American Tower Company. Sin esa venta el Ebitda sería solo de S/ 11 millones, positivo pero pequeño, acorde con la tendencia del mercado.

Claro, también tuvo una leve recuperación, particularmente en el cuarto trimestre, lo que le permitió mejorar su Ebitda, pero no así sus ingresos, que fueron semejantes a los del 2018. Esto significa que para crecer en Ebitda han tenido que realizar proyectos de eficiencia en sus gastos, aclara Jiménez.

En el caso de Movistar, la situación es mucho más complicada, pues tuvieron pérdidas netas por S/1.137 millones y sus gastos administrativos fueron 4% mayores a los ingresos. Esto se explica por varias razones, que van desde la pérdida de clientes (la mayor insatisfacción del mercado, según Osiptel) hasta el pago de sentencias por litigios con la Sunat (S/255 millones).

El operador enfrenta el desafío de imprimir una velocidad mayor a su proceso de transformación digital, advierte Huamán, y si bien está haciendo esfuerzos por mejorar sus finanzas (venta de locales y antenas, reducción de personal, etc.), necesita evitar las multas e invertir en mejorar la calidad, recomienda Jiménez. Además, debe hacer lo que hacen los demás jugadores, incluido Bitel, que no reporta en bolsa: no perder el foco en el cliente y buscar destacar en la “guerra por la innovación”, remarca Huamán.

Artículo original publicado por El Comercio (17/feb/2020)